El compromiso versión SXXI

Resulta que hasta hace un par de décadas, la idea del compromiso estaba íntimamente ligado al Otro. Es decir, uno establecía compromisos con otras personas: Socios de negocios, familia y, sobre todo, parejas.

Pero ahora tenemos un nuevo tipo: El compromiso con nosotros mismos. Hemos establecido como prioritario en nuestras vidas ser “verdaderos a nosotros mismos”, fieles vigilantes de nuestros principios y valores pero, principalmente, estamos comprometidos con nuestra propia felicidad.

Así que vamos por la vida monitoreándonos constantemente, preguntándonos: ¿Cómo me siento? ¿La estoy pasando bien? ¿Soy feliz?

Y claro, hay evidentes ventajas a ponerse primero y no dejarse pisar ni ser usado como chancla por alguien más. Pero, no sé en qué momento de esta vida Millenial, hemos perdido la capacidad de comprometernos con el de enfrente en las buenas y en las malas.

La teoría nos dice que esto tiene que ver con nuestros modelos culturales que entran en flagrante contradicción: Somos tradicionales en unas cosas y modernos en otras, velamos por el colectivo y las instituciones pero priorizamos nuestro propio bienestar. Así que, ¿cómo salir de este enredo?

Yo, a mis casi 50 años, sigo sin tener la respuesta y ni siquiera tengo claro a qué le tengo miedo: ¿Que me lastimen? (check, ya ha pasado y sigo aquí dando lata), ¿perder parte de mi individualidad? (si, claro, como si fuera tan fácil deshacerse de una personalidad tan opinadora). En fin, es terrible, ni siquiera hay un factor claro que justifique tanta reticencia al compromiso.

Así que pregunto ¿Y ustedes, cómo le han hecho? ¿Cómo lograron decir “Sí, le entro”? Aunque al final la entrada al mundo comprometido sólo haya durado un par de buenos años y varios malos. O, tal vez, ustedes son de aquellos “suertudos” (osease, que tuvieron la suerte de trabajar constantemente en su relación y disfrutarla vaaarios, muchos y hartos años).

Creo que, en el mientras aprendo cómo se hace eso, sólo me queda fajarme los pantalones y lanzarme al vacío, no evitando el miedo sino a pesar de éste.

6 comentarios sobre “El compromiso versión SXXI

  1. Pues no me atrevo a dar consejos y ahora que preguntas, tampoco tengo muy claro como hemos hecho para sobrevivir como pareja, pagar las hipotecas y criar a los nenes, pero me atrevo a suponer que parte del sostén del negocio reside en haber desarrollado destrezas y aficiones distintas, modestia aparte, las culinarias no serán las menores y la paciencia de presencia constante. Un beso.

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      1. Pues de esa parte tampoco puedo explicar mucho. Supongo que a causa del profundo enamoramiento surge la necesidad de la convivencia, que poco o nada tiene de racional. Resumiendo: Que hay que estar bastante locos, a poder ser el uno por el otro.

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  2. Creo que uno va aprendiendo a luchar y comprometerse a mantener la relación, si realmente quieres a una persona, y confías en ella, lo harás. Un Abrazo.

    A mí no me ha pasado lo de la entro, suelen generalmente y aunque me duran poco las relaciones, después de hacer amistad y no esperar nada a cambio, conforme me conocen, algunas por el motivo x, ven algo en mí de lo que se enamoran… Pero nose, no soy quién tampoco para hablar de estos temas.

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    1. Creo que tienes mucha razón en lo del aprendizaje y poca razón en el «quién soy yo para hablar de estos temas»: Siempre que tengamos claro el lugar desde el cual opinamos (experiencia personal, formación profesional o hasta locura coyuntural), los distintos puntos de vista son interesantes 🙂

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